
Si como nosotras, aún no te has ido de vacaciones, o por el contrario, estás pensando en cuál podría ser tu destino de este verano, en Good Mood te proponemos un viaje a Portugal en el que descubrir un pequeño pueblito costero con unas cabañas de ensueño. ¿Te vienes de hometour con nosotras?
En un desconocido pueblo costero al sur de Lisboa un interiorista francés ha renovado unas antiguas cabañas típicas de la zona para convertirlas en unas paradisíacas casas en blanco y azul donde pasar sus vacaciones veraniegas.
Este viaje nos lleva a Comporta, una pequeña pedanía portuguesa de apenas 1.500 habitantes, situada a poco más de una hora en coche al sur de Lisboa. Cuenta con bosques de pinos, plantaciones de arroz, viñedos y kilómetros de playas prácticamente vírgenes donde la arquitectura típica de la zona son las pequeñas casas encaladas en blanco con las puertas y ventanas en azul cobalto o las chozas de paja de los pescadores.
Desde hace algún tiempo, esta pequeña zona, desconocida para la mayoría, es el refugio de paz y aislamiento de personas que normalmente suelen estar delante de los focos y las cámaras como es el caso de Carlota Casiraghi, Philippe Starck, Christian Louboutin, la ex modelo Farida Khelfa o los artistas Anselm Kiefer y Jason Martin.
Uno de los que también cuenta con una vivienda en esta región privilegiada es el diseñador de interiores francés Jacques Grange. Este afamado interiorista cuenta entre su clientela con personalidades de la talla de Yves Saint Laurent, Aerin Lauder (nieta de Estée Lauder), la Princesa Carolina de Mónaco y Francis Ford Coppola.
Más que una vivienda, Jacques Grange posee un conjunto de construcciones típicas de la zona que ha renovado respetando, sobre todo en el exterior, su encanto original, por eso desde fuera podemos disfrutar de un particular juego de blancos, azules, techos y paredes de paja y una cuidada vegetación que no dejan indiferente a nadie. Pero el interior de las mismas resulta más impresionante aún, podríamos definir su estilo como un rustico muy chic, ecléctico y profundamente mediterráneo. Dentro de las casas también se han respetado las antiguas técnicas constructivas pudiendo disfrutar de unos bonitos y refrescantes techos de vigas de madera.
El blanco de las paredes de casi todas las estancias es el marco perfecto para exhibir la cantidad de cerámicas que tiene el propietario, todo ello mezclado con mucho mueble de madera y de fibras naturales que aportan la calidez y un cierto toque a casa antigua, como a casa de toda la vida.
No sé si a ti te pasa, pero viendo las imágenes, a mí me da una sensación de familiaridad, como si fuera mi propia casa de verano… O eso me gustaría. ¿A ti no?
Crédito de todas las imágenes: Young-Ah Kim
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Espectacular lugar para perderse este verano …
¡Ojalá nos pudiéramos teletransportar en un abrir y cerrar de ojos!